miércoles, 16 de julio de 2025

Qué diaconía.

Qué diaconía 

La Iglesia católica utiliza un término latino, caritas; la Iglesia evangélica, incluso, uno griego, diakonia. Los significados originales son bastante diferentes (respectivamente: «amor» y «servicio»), pero en el lenguaje eclesiástico indican el mismo contenido, es decir, el compromiso social de las Iglesias, tanto a nivel comunitario como en el ámbito de las grandes organizaciones socioasistenciales. 

La historia de la diaconía cristiana es tan larga como la de la Iglesia, por muchas y muy buenas razones, que tienen que ver con la persona de Jesús, pero también con una multiplicidad de otros factores. 

En lo que respecta a las Iglesias europeas de nuestro tiempo, el dato más llamativo, y en cierto modo paradójico, es el siguiente: mientras que la relevancia social de la predicación católica y protestante parece estar en caída libre, en muchos países la diaconía constituye un pilar decisivo de lo que queda del sistema de protección de los sectores más débiles de la sociedad. 

Una de las razones de este fenómeno reside, naturalmente, en el interés de los organismos públicos por contratar servicios a organizaciones que, en general, son más eficientes y menos costosas que las que el propio sector público podría proporcionar. 

En cualquier caso, simplificando un poco, se podría afirmar que la diaconía es la forma más consistente de presencia eclesial en la sociedad. ¿Se puede afirmar que contribuye a lo que podríamos llamar la actividad principal de la Iglesia, es decir, el anuncio del Reino de Dios, anticipado en la historia de Jesús? 

Quien se ocupa de la cuestión sin prejuicios, no puede dejar de ver que la diaconía constituye, para el cristianismo europeo de nuestros días, una gran oportunidad. Sin embargo, para aprovecharla debidamente, es necesario, ante todo, «evangelizar» la diaconía, es decir, hacer explícitas y operativas sus raíces bíblicas. 

No se trata, naturalmente, de clericalizar formas de intervención ampliamente determinadas por las dinámicas típicas de una sociedad pluralista: eso sería, además de cristianamente perjudicial, también imposible en la práctica. 

Por otra parte, según Lucas 22,26s, el diácono por excelencia es Jesús mismo; y el «amor» - la caritas - que las Iglesias tratan de anunciar también a través de su intervención en la sociedad es, en primer lugar, el de Dios, tal y como se manifiesta en la historia del compasivo y misericordioso hombre de Nazaret que pasó por el mundo haciendo el bien. 

Cómo declinar el anuncio de esta historia en la secularidad del compromiso social constituye, en mi humilde opinión, uno de los retos pastorales y teológicos más importantes de nuestro tiempo. Cuando las Iglesias se preguntan cómo «llegar» a la sociedad descristianizada, tienden a olvidar que, en la diaconía, ya están presentes en sus pliegues más complejos y en los retos más candentes. 

El Jesús que toma forma en su servicio - con o sin la conciencia de quienes lo realizan concretamente - debe, sin embargo, ser traducido al lenguaje, porque la fe cristiana tiene que ver con la Palabra y, por tanto, también con las palabras. 

Para que la diaconía sea consciente de su mandato, es necesario, ante todo, que lo sea la Iglesia. Quienes se preocupan por la secularización del compromiso diaconal - «una ONG como otra cualquiera» -, deberían preguntarse ante todo si no son las Iglesias las que tienen problemas de identidad. 

No me refiero, por supuesto, a la identidad de las Iglesias mismas: sobre ella se «debate y reflexiona» - más propiamente: se «charla, se escribe, se hacen estudios sociológicos» - incluso demasiado. Me refiero a la pregunta sobre la identidad de Jesús, la que Él mismo plantea, la única que interesa a la fe cristiana: «Vosotros, ¿quién decís que soy yo?». 

Una Iglesia consciente de esta pregunta sabe que cualquier intento de respuesta solo puede consistir en palabras y acciones, que se interpretan mutuamente. La calidad evangélica de la Iglesia y, en ella, de la diaconía, está toda aquí. 

P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF

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