Dilexit nos: Él nos amó
Espiritualmente, la devoción al Corazón de Jesús puede entenderse sobre todo desde el concepto de amor. Así como Jesús realiza el amor de Dios, su Padre, a lo largo de su vida, así también los hombres están llamados a insertarse con toda su vida y acción en este amor de Dios.
Es precisamente en su muerte en la cruz donde este amor al Padre se revela al máximo: el corazón traspasado por la lanza indica su sufrimiento mortal y lo presenta derrotado, pero la hora de la cruz es también la hora de su exaltación y el momento en el que el amor del Padre por su Hijo se revela de manera particular. Por tanto, el corazón traspasado puede considerarse un símbolo del amor de Dios.
El Corazón de Jesús se representa iconográficamente sobre todo como un corazón en llamas, coronado por una cruz, rodeado por una corona de espinas y sobre todo con la herida abierta en el costado. Así, se interpreta sobre todo sobre la base del misticismo de la pasión, constituyendo un aspecto esencial de la devoción al Corazón de Jesús, especialmente en la piedad del pueblo, esta forma de espiritualidad ha gozado de gran popularidad. Imágenes y representaciones del Corazón de Jesús han estado y están presentes tanto en hogares privados como en muchas iglesias.
En una época en la que esta devoción ya no es tan sentida como en siglos pasados, conviene reflexionar sobre la relevancia de esta celebración. Está claro que hoy es necesario encontrarle un nuevo enfoque. El camino místico que caracterizó esta celebración ya no es accesible para muchos hoy. Esta encíclica del Papa Francisco sobre el Sagrado Corazón de Jesús seguro que nos invita a reflexionar sobre el amor concreto a partir de la vida de Jesús. En su vida y obras el amor de Dios apareció entre nosotros, Jesús encontró a los hombres en el amor y los cuidó.
Este ejemplo nos estimula a reflexionar sobre nuestro comportamiento hacia los demás. ¿Nuestra vida está impregnada de amor? ¿Somos capaces de atender a los demás con amor o los prejuicios y resentimientos nos lo impiden?
Ante el Corazón de Jesús debemos también llevar nuestras faltas de amor hacia Dios, encomendarle las situaciones en las que nuestro amor ha quedado corto o simplemente ha faltado. El amor no es abstracto, sino concreto hacia las personas lo viven a diario o se sienten oprimidas por falta de amor.
En este símbolo cristiano del Corazón de Jesús se trata de estas experiencias diarias de amor. En Él podemos confiar a la bondad de Dios las personas que nos importan. Porque Dios nos ha mostrado en su Hijo Jesús que nosotros, criaturas humanas, no le somos extraños, somos importantes para él, ¡le somos queridos!
El significado del Sagrado Corazón de Jesús es descubrir cada vez más y dejarnos envolver por la humilde fidelidad y mansedumbre del amor de Cristo, revelación bella de la misericordia del Padre.
P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF
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