miércoles, 12 de noviembre de 2025

El pobre será tu puerta santa.

El pobre será tu puerta santa

No es posible permanecer neutral ante la situación de pobreza y las justas reivindicaciones que de ella se derivan por parte de quienes la sufren: sería tomar partido por la injusticia y la opresión que hay entre nosotros.

 

Jesús va a anunciar a los pobres la Buena Nueva. Es decir, que Dios construye el Reino junto con ellos, que les da su salvación a través de ellos, que se identifica con ellos y que revoca los juicios de desgracia y culpa formulados por quienes se entienden en la materia.

 

Nosotros, en cambio, encerramos herméticamente el Evangelio en aulas universitarias, salas de conferencias o asambleas litúrgicas. Por otra parte, hay que defender un statu quo, por lo que la orden impartida es tranquilizar, no sacudir las conciencias.

 

Jesús va a proclamar la liberación a los prisioneros. Es decir, que Dios desea que el hombre sea libre y que la acción de su gracia tiene como objetivo emanciparlo de los yugos de orden material o espiritual. Que Dios levanta a quien cae y que no hay abismo que Él no conozca o no frecuente.

 

Nosotros, en cambio, enseñamos primero a inclinar la cabeza y luego a mantenerla inclinada. A renegar de nuestra dignidad de hombres para ser servidores intachables del Sistema. De rodillas ante el becerro de oro del bienestar y no para pedir a Dios el cumplimiento de sus promesas.

 

Jesús va a proclamar a los ciegos la vista. Es decir, que Dios ilumina y disipa nuestras tinieblas. Disipa nuestras dudas, cura nuestras heridas, consuela nuestras melancolías. Que nos sostiene porque camina con nosotros.

 

Nosotros, en cambio, enseñamos la ley y el cumplimiento, las formas y los conceptos. Construimos verdades que resultan funcionales a nuestra necesidad de afirmación, pero no a la búsqueda existencial y de sentido.

 

Jesús va a proclamar a los oprimidos la restitución de la libertad. Es decir, que en el proyecto de Dios no hay lugar para la opresión. Las relaciones solo se desarrollan en horizontal, no en vertical. Que Dios no piensa en fortalezas con vigilancia armada, sino en comunidades solidarias.

 

Nosotros, en cambio, enseñamos a convivir con la opresión espiritualizándola en un sacrificio agradable a Dios. Remitimos indebidamente el sentido de la justicia de Dios al más allá. Practicamos el conformismo en estado puro.

 

Jesús va a predicar un año de gracia del Señor hoy y aquí, nosotros un año de interpretaciones jurídicas y promesas consoladoras para el más allá.


P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF

No hay comentarios:

Publicar un comentario

María, Virgen y Madre de la espera.

María, Virgen y Madre de la espera   Si buscamos un motivo ejemplar que pueda inspirar nuestros pasos y dar agilidad al ritmo de nuestro cam...