Bienaventuranzas (XII).

Bienaventurados...

    Bienaventurados los que saben reírse de sí mismos:

    nunca se les acabará la diversión.

 

    Bienaventurados los que saben distinguir un guijarro de una montaña:

    evitarán muchos disgustos.

 

    Bienaventurados los que saben escuchar y callar:

    aprenderán muchas cosas nuevas.

 

    Bienaventurados los que están atentos a las peticiones de los demás:

    serán dadores de alegría.

 

    Bienaventurados vosotros si sabéis mirar con atención las cosas pequeñas y con serenidad las                 importantes:

    llegaréis lejos en la vida.

 

    Bienaventurados vosotros si sabéis apreciar una sonrisa y olvidar un desaire:

    vuestro camino estará siempre lleno de sol.

 

    Bienaventurados vosotros si sabéis interpretar con benevolencia las actitudes de los demás, incluso         en contra de las apariencias:

    seréis juzgados ingenuos, pero ése es el precio del amor.

 

    Bienaventurados los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar:

    evitarán muchas tonterías.

 

    Bienaventurados sobre todo los que sabéis reconocer al Señor en cada persona que encontráis:

    habéis encontrado la verdadera luz y la verdadera paz.

P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF