María entona el Magníficat desde su Corazón
El canto del Magníficat no nace en la soledad, sino en el abrazo de las relaciones humanas, sacramento de Dios aquí en la tierra. Y lejos de las relaciones humanas, no hay infinito.
En este momento de la historia del mundo, a las puertas de los nuevos cielos y la nueva tierra, nos guía María, una joven embarazada de Dios, una joven que aún hoy está impaciente por dar a luz a la luz al Dios que ha concebido y alimenta en su vientre.
Orígenes de Alejandría afirmaba que la imagen más bella del cristiano es la de una mujer embarazada: no necesita hablar, lo que le sucede es evidente para todos. Vive dos vidas, en ella laten dos corazones que no se pueden separar. Lleva en sí algo más grande, un misterio omnipotente de vida.
No deja de sorprender que en María la visita de Dios tenga el efecto de una música, ya que la joven es la pionera del Dios cercano a nosotros; es Ella la primera en sentirlo venir como un latido en el corazón, un paso de baile a dos, un cansancio que ha terminado para siempre.
Y me encanta Dios, como una sutil fuerza disruptiva que desbarata la historia, que invade el mundo de los ricos y lo pone patas arriba, vaciando sus manos que ahora solo agarran aire, que invade la historia de los poderosos y los hace iguales a los demás, sin principados ni tronos, recuperados, por fin, por los humildes y sencillos.
Mi alma magnifica al Señor. El diálogo con el cielo se abre con el primado del asombro. María se siente elevada porque es amada, y el amor siempre contiene el sentido del milagro: ha sentido a Dios venir como un estremecimiento en su seno. Y canta. Y danza.
Y Jesús lo siente todo, su canto, su danza. Bebe el asombro y respira la alegría de la Madre. María busca en su corazón las palabras más bellas para su Dios. Las más bellas que conoce, las mejores que tiene. Su corazón canta por su amado. Su alma baila por su amado.
El Magníficat es el Evangelio de María, su Buena Nueva que llega a todas las generaciones.
Repite diez veces: es Él quien ha mirado, es Él quien hace grandes cosas, quien ha desplegado, quien ha dispersado, quien ha derribado, quien ha elevado, quien ha colmado, quien ha devuelto, quien ha socorrido, quien se ha acordado...
Es Él, diez veces. La piedra angular de la fe no es lo que yo hago por Dios, sino lo que Dios hace por mí; la salvación es que Él me ama, no que yo lo amo. Y que yo sea amado depende de Él, no depende de mí.
María ve a un Dios con las manos enredadas en la espesura de la vida. Y utiliza verbos en pasado, con un recurso profético, como si todo hubiera sucedido ya. En cambio, es su forma audaz de afirmar que se hará, con absoluta certeza, una tierra y un cielo nuevos, que el futuro de Dios es tan cierto como el pasado, que este mundo lleva otro mundo en su seno.
Rezar el Magníficat con su Corazón es asomarse con Ella al balcón del futuro. María, asunta ya en el cielo, victoriosa sobre el dragón, derrama sobre nosotros una bendición de esperanza, consoladora, sobre todo lo que representa nuestro mal de vivir: una bendición sobre los años que pasan, sobre las ternuras negadas, sobre las soledades sufridas, sobre la decadencia de este cuerpo nuestro, sobre la corrupción de la muerte, sobre los sufrimientos de los rostros queridos, sobre nuestro pequeño o gran dragón rojo, que sin embargo no vencerá, porque la belleza y la ternura son, en el tiempo y en la eternidad, más fuertes que la violencia.
Busco
en mi corazón las palabras más bellas para mi Dios,
el
alma baila por mi Amado.
ha
hecho de mis días un tiempo de asombro.
esperad
conmigo, alegraos conmigo,
todos
los que me oís.
Cosas
más grandes que yo me están sucediendo.
Santo
y misericordioso, santo y dulce,
con
corazón de madre hacia cualquiera, hacia todos.
ha
encarcelado los planes de los poderosos.
Los
que confían en la fuerza no tienen trono.
Los
que no cuentan nada tienen su nido en su mano.
ha
dejado a los ricos a su suerte:
sus
manos están vacías, sus tesoros son aire.
no
olvides ser misericordioso.
a
Abraham y a todos los hijos de Abraham,
por
siempre.
P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF
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