La rueda de la fortuna -una parábola de las mesas de los potentes del mundo-
Una joven coronada se encuentra en el centro de una rueda con los brazos abiertos en actitud de moverla; la inscripción no deja lugar a dudas: se trata de la «fortuna».
Cuatro personajes se aferran a la rueda. La figura real que se alza en lo alto —«reino», dice la inscripción— tarde o temprano caerá en el lugar de quien, a la derecha, colgado boca abajo, no puede sino lamentar los tiempos pasados: se lee «regnavi», yo reinaba.
Aplastado en la base por el peso de la rueda cuelga quien ya ha perdido el poder («sum sine regno», «estoy sin reino», reza la inscripción), mientras que, lleno de optimismo, un personaje asciende trepando por la izquierda: está escrito «regnabo», yo reinaré.
La figura es una
advertencia explícita al poder y a las seducciones de la fama; el tiempo gira
incesantemente su rueda en la mutabilidad de los destinos humanos, en
particular de aquellos marcados por la vana soberbia, el orgullo ciego y la
frágil vanidad; es una imagen didáctica de la fragilidad del éxito y del
consenso: la soberanía, la riqueza y la gloria duran un breve instante.
La copa de la sabiduría
La figura parecería una imagen profana, fuera de lugar en el contexto de las imágenes que decoran la Sala, pero justo debajo de la rueda, el fresco anónimo pintó una pareja de pájaros, especularmente inclinados hacia una copa, proponiendo, sin duda por sugerencia de un erudito teólogo innovador, una alternativa a los caprichos inestables del destino.
Dos pavos reales,
emblemas de la inmortalidad incorruptible, beben de la Palabra de la felicidad
eterna: a la fortuna —condenada por los Padres de la Iglesia como diosa
dispensadora de felicidad efímera, considerada instrumento diabólico por San Agustín
de Hipona— se contrapone la copa de la sabiduría y la confianza en la
Providencia para discernir Sus designios, más allá de los tiempos contingentes.
Imagen antigua, siempre actual
La «rueda de la fortuna» expresa en figura la cautela con la que se abordaba el tema del poder.
Una imagen de permanente actualidad... también hoy en el siglo XXI. La prevención y la lucha contra el poder y sus abusos se expresan en el arte mediante sugerentes símbolos.
Como en esas mesas redondas, ruedas de élite de gobierno y de poder, se dirimen los destinos - la fortuna - de la humanidad.
P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF.
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