Más de una vez en la vida escuchamos esta misma invitación del Señor Jesús: “ve a la otra orilla”, no te quedes donde estás, no te acomodes ahí. Una llamada a salir de situaciones de estancamiento personal y espiritual, a tomar decisiones, a afrontar nuevos desafíos, a remar mar adentro, a salir a los cruces de caminos, a ponerse en camino hacia las periferias…
Creo
Yo soy un hijo de Dios.
Dios vive en mí.
Puedo ser lo que quiera
porque Dios es mi ayuda.
Nunca me canso
porque Dios es mi fuerza.
Nunca estoy enfermo ni triste.
Porque Dios es mi salud.
No me pierdo nada
porque Dios es mi proveedor.
Precisamente porque soy hijo de Dios,
estoy unido a la Divina Presencia de mi Padre.
Soy feliz en todo lo que emprendo
porque mi conocimiento y mi saber
aumentan en mí cada día que pasa.
Él me enseña.
Amén.
P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF
De mí mismo diría, por ejemplo, que soy peregrino. La vida me ha ido ayudando a ser más consciente, y agradecido, de mi identidad de itinerante a todos los niveles (afectivo, mental, físico...) y del punto de vista cada vez más poliédrico desde el que me gusta ver, mirar, valorar... Aprendiz de ser humano y discípulo de la fe y del seguimiento...
Aprended de mí, dice el Señor, a acoger y a incluir Me gustaría proponer tres pasajes de la Biblia, de los Evangelios, que nos ayudan a arro...
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